Nagaya

Finalmente la sorpresa gastronómica de la semana fue el Nagaya. Un restaurante que desde que abrió ha tenido muchísimo éxito y creo que es el único japonés en Europa con estrella Michelín. 


Düsseldorf tiene la colonia japonesa más grande de Europa. De hecho, hay un barrio en el que los negocios están con sus carteles en japonés, agencias de viajes, comercios, restaurantes... Tiene una comida japonesa excelente. 


En la entrada del Nagaya hay un cartel que dice que si no has reservado no hace falta que entres. Un restaurante muy bien ambientado, moderno, un poco frío, pero la cercanía de las mesas hace que pierda ese ambiente gélido que tienen muchos restaurantes de estrella. Un servicio excelente, casi un camarero por mesa. 


Pedimos lo típico aunque la carta invitaba a probar unos platos nuevos, como carne de Kobe, Wagyu, pescado cocinado... El menú de unos 9 platos valía 129 euros, caro para mi gusto, aunque era un auténtico espectáculo de platos vistosos y segurísimo que exquisitos todos y cada uno de ellos.


De primero pedimos un tártaro de atún con caviar, servido en las típicas latas azules de caviar ruso, una presentación extraordinaria. También una especie de carpaccio de Wagyu con soja. Menuda carne!


De segundo el sushi y el sashimi. La verdad que es el mejor japonés que he probado, indiscutiblemente, aunque yo tengo muchísimo cariño al Hanaita de Palma y si bien en el Nagaya la calidad, el servicio, local y presentación eran perfectas, la calidad del Hanaita es también perfecta, además que tengo mucho cariño a ese local desfasado y al dueño. 


Aquí pongo unas fotos que me costó bastante obtenerlas, de hecho los vecinos estaban escandalizados, pero tras una copa de champagne a todo se atreve una. Y cuanta más gracia tiene el comentario del vecino en plan gracioso, mucha más gracia gana el humor español... pero esa es otra historia

El postre! Buenísimo el helado de té verde, tengo que sacar la receta de donde sea, té, té, buenísimo. Qué decir del fondant de chocolate... Pero el helado sobresalía sobre todos los que he probado.


Me llamó la atención en las múltiples variedades de sushi que ofrecían, de pescados, vieiras, huevas... que distinguen en el atún entre el graso o el no graso. Resulta que el graso es muchísimo más apreciado porque es más sabroso y se deshace en boca, de un color más blanquecino. Se saca de la parte de la barriga. Yo estaba acostumbrada en los restaurantes hasta ahora a la distinción entre el atún rojo o simplemente atún. Tendré que preguntar en el mercado. Allí distinguen entre tres tipos del atún graso: graso (toro), semigraso (chu toro) y muy graso (otoro)


Cada día se aprenden de los líos cosas nuevas.